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Higiene y Salud
¿INOCENTES PALOMAS?
Las palomas normalmente han gozado de un gran prestigio simbólico. Como ícono del Espíritu de Dios o de valores tan universales como la Paz, el Amor y la Libertad. Además, algunas de sus variedades, por sus habilidades para orientarse y viajar grandes distancias de ida y regreso a su palomar, han sido adiestradas y utilizadas como "mensajeras" desde tiempos remotos, dando origen a otra imagen genérica, la de las comunicaciones. Fue el hombre el que introdujo las palomas en la ciudad, preocupándose de criarlas para incorporarlas a su propia alimentación. Hoy forman parte del paisaje urbano conviviendo pacíficamente con las personas. Con el tiempo, la comunidad de estas aves ha aumentado sin la preocupación humana, convirtiéndose, de alguna manera, en colaboradoras de la limpieza de las calles y lugares públicos donde a falta de grano se devoran importantes cantidades de restos de alimentos y otros desperdicios, perdiendo de paso su calidad de apta para el consumo. La paloma se adaptó muy bien a la ciudad y naturalmente necesitaba donde anidar, con lo que cualquier espacio disponible en lo alto de nuestras edificaciones servía para su objetivo. Entre quienes más admiran a estas hermosas aves, están los se dedican a la crianza de palomas mensajeras. Estos especialistas son llamados colombófilos, debido a la denominación científica de las palomas, Columba Livia. Además de criar, estudiar su comportamiento, sus aspectos morfológicos y biológicos, las transan en el mercado, se organizan en asociaciones y realizan competiciones a nivel internacional donde los mejores ejemplares ejecutan sus proezas de orientación y resistencia al cubrir increíbles distancias en su trayecto, obteniendo con ello premios y reconocimientos.

Problemas causados por las palomas

Hasta aquí sólo hemos mencionado los aspectos positivos de estas aves. Sin embargo, como casi todos los animales, tienen sus inconvenientes en su relación con el hombre. Pueden ser portadoras de variadas y complicadas enfermedades; contaminar el agua y alimentos; además de causar serios destrozos en sus construcciones y plantaciones.
La población de palomas domésticas ha proliferado indiscriminadamente, ya que normalmente gozan del privilegio de ser una "especie protegida". Muchos especialistas consideran la situación actual como una plaga ya que reúne todas las características para determinarlo así: dañan las cosechas, espantan a otras especies más beneficiosas, provocan ruidos molestos, se posan o anidan en edificios, destruyen los elementos de las techumbres, contaminan los alimentos, provocan averías en aparatos aéreos, transmiten enfermedades al hombre y destruyen jardines, árboles y plantas. Las palomas son las aves que más problemas causan en los núcleos de población (al igual que las gaviotas en localidades costeras). Sus principales detractores las han llegado a calificar como "ratas con alas". Anidan en los edificios, produciendo molestias con el ruido, acumulación de excrementos (fuente de parásitos y transmisión de enfermedades), defecan por las fachadas manchando pinturas y revestimientos, ensucian terrazas, ropa tendida, muebles, vehículos y personas, en las techumbres provocan filtraciones graves al obturar las canales de evacuación de aguas pluviales con la acumulación de palomina, plumas y ejemplares muertos. La palomina, nombre dado al excremento de la paloma, es de gran acidez (gran contenido de ácido úrico y ácido fosfórico) lo que causa serios deterioros por corrosión y oxidación en diversos materiales como metales, piedras y hormigones, que son los más ocupados en las edificaciones, especialmente en sus partes superiores y cubiertas. Además, las palomas picotean materiales frágiles y aquellos que poseen gránulos como algunas cubiertas asfálticas y estucos de fachadas para suplir los aportes minerales deficitarios de su dieta los que, a su vez utilizan para triturar los inadecuados alimentos que ingieren.

Cómo enfrentar estos inconvenientes

Resulta oportuna una intervención de las autoridades sanitarias y municipales de aquellas comunas en que la cantidad de palomas es crítica, superior a la aconsejable o tolerable, estudiando el problema en particular de cada localidad, comunicando a la ciudadanía las sugerencias y advertencias correspondientes y tomando las medidas necesarias para controlar efectivamente la población de estas aves. En ciudades europeas como Ginebra, Luxemburgo, Niza, Rennes, Beziers, etc., se viene utilizando un método de control que se ha mostrado muy eficaz, seguro y, a mediano plazo, mucho más económico y menos cruel que los de exterminio: el control de la natalidad de las palomas con productos anticonceptivos. Ginebra fue la ciudad piloto de este método. Dicho sistema consiste, básicamente, en alimentar a la población de palomas con granos de maíz impregnados de sustancias hormonales que inhiben la fecundación.

Medidas a tomar en edificios y condominios

Los habitantes de casas individuales y especialmente de condominios y edificios colectivos, deberán colaborar con las recomendaciones que imparta la autoridad y la administración, cuidando el aseo y el mantenimiento adecuado de sus techumbres y sistemas de evacuación de aguas lluvia, instruyendo a los residentes a abstenerse de botar restos de alimentos que puedan atraer a estas aves. Existen también métodos puntuales, que aunque efectivos, sólo sirven para una edificación determinada. Estos sistemas tienen por objetivo ahuyentar a las palomas. En otras palabras, es un traslado del problema, un desvío hacia otro lugar y no una solución integral. Las más eficaces para lograr esta finalidad son la instalación de elementos físicos disuasivos como:
Sistemas de púas situados en las cornisas de los edificios para evitar que se posen y defequen por las fachadas.
Mallas, cerrando los posibles accesos de las palomas, para impedir su anidación en huecos de la fachada, espacios bajo la cubierta, aleros y cornisas de los edificios, canales y bajadas de aguas lluvia, etc.
Colocación de materiales especiales, de composición pastosa, en los bordes de los edificios que desalientan a acercarse y apoyarse en ellos.
Figuras de dimensiones, formas y colores especiales que actúan por presencia, meciéndose con el viento y cumpliendo la función de espantapájaros.