miércoles, agosto 09, 2006

 

Rayos y centellas.

Estimados:

¿Se asustaron anoche (más bien en la madrugada) con toda la lluvia y el tremendo estallido que se sintió?

No, no era Bin Laden, ni tampoco un atentado incendiario en contra de nuestra redacción o de los posteadores.

Fue un rayo, de los "de veritas", que cayó sobre las antenas en la parte superior del cerro.

La suscrita lo comprobó por llamado a la caseta de los guardias, que estaban más que perturbados con el acontecimiento.

¿Se imaginan que un guardia contratado por nosotros se muere en una instancia como esa (ni Dios quiera)? Los más avanzados en las pegas, habrán visto en alguna que otra ocasión demandas por accidente del trabajo, las que no pasan por menos de seis ceros hacia la derecha.

Bueno, amigos, esa es una de las ponderaciones que deberán sopesarse cuando se contrata personal.

Atentos saludos

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